
Levantarte del sofá, abrir la puerta y avanzar unos pasos hasta la arena de una cala virgen. ¿Te imaginas? Esta casa a la venta en Foz, con espacios restaurados y llenos de luz, se erige sobre las escarpadas rocas de una playa casi escondida, en el corazón de la Mariña Lucense. Un hogar actual y confortable situado en un enclave único.
Esta propiedad se encuentra en una ubicación privilegiada, al pie de una playa prácticamente virgen y con acceso directo a la arena. Situada en un pequeño pueblo pesquero en la costa de Lugo, a solo 7 km de Foz y de Burela, se trata de un rincón íntimo y casi privado.
El entorno que rodea esta casa es un reflejo del paisaje típico de la Mariña Lucense: el mar y sus acantilados a un lado, y al otro, caminos y carreteras que conectan casas dispersas entre campos, bosques y montañas.
A escasos metros de la casa, un pequeño puerto pesquero habla de la historia de este lugar, antaño enclave ballenero de origen fenicio. Según documentos rescatados del siglo XII, fueron muchas las familias marineras que en el pueblo vivieron del cetáceo, siendo éste un lugar clave para su desempeño.
Este es un rincón alejado del turismo y la masificación, ideal para quienes buscan un hogar frente al mar sin renunciar a la privacidad.
La casa está distribuida en dos plantas y una bajocubierta, con una superficie aproximada de 50-60 m² por planta. Espacios adicionales en el exterior conectan el hogar con su entorno, permitiendo disfrutar al máximo de este enclave único.
Bajo su aspecto sencillo, esta casa esconde espacios cuidadosamente restaurados por sus anteriores propietarios. Sus paredes blancas crean ambientes luminosos y frescos en todas las estancias, con acentos cálidos que aportan la madera, el mobiliario y la decoración.
En la planta baja, un luminoso hall conecta con una cocina completamente funcional, un pequeño aseo y un salón con chimenea y techo de madera, decorado con el clásico encanto de una casa marinera. Desde aquí, una puerta acristalada proporciona acceso directo a la playa, llenando la estancia de luz y ofreciendo unas vistas privilegiadas durante todo el año.
La primera planta alberga tres dormitorios y un gran cuarto de baño totalmente reformado, con una espaciosa zona común que las conecta. Avanzando por las escaleras se alcanza la bajocubierta, un espacio diáfano de gran tamaño que invita a imaginar espacios y usos futuros. Un despacho, dormitorios adicionales o zona de ocio podrían habilitarse en este rincón, que cuenta con un techo de madera completamente nuevo y listo para perdurar en el tiempo.
El acceso principal a la vivienda se encuentra atravesando una amplia terraza exterior, espacio perfecto para reunirse, hacer barbacoas y disfrutar del aire libre. Desde aquí, una escalera de piedra conduce directamente a la playa, haciendo de ésta una extensión de la propia casa.
En la fachada contigua, una franja pavimentada sirve de terraza adicional con acceso directo al salón, con un práctico banco perfecto para relajarse y contemplar el paisaje.
La Mariña Lucense es la Galicia verde que se asoma al Cantábrico. Con cerca de 100 km de costa, esconde infinitas joyas naturales entre acantilados, bosques y ríos. Por su historia milenaria es rica en patrimonio, con infinidad de faros, iglesias y castros que cubren el territorio. Un crisol de culturas del que, cada año, disfrutan los miles de peregrinos que atraviesan la Mariña en su discurrir por el Camino del Norte.
A escasos minutos de la casa se despliegan infinidad de playas como Arealonga (3 min) A Rapadoira (13 min), o la emblemática playa de las Catedrales (22 min), premiada como la sexta mejor playa a nivel mundial, segunda en el ranking europeo y primera a nivel nacional. Para quien guste caminar o ir en bicicleta, una larga pista de unos 8 km situada junto a la casa conduce directamente a Foz.
Las condiciones geográficas, ambientales y culturales de esta zona de Galicia han tejido aquí una tradición gastronómica famosa en el mundo entero, siendo protagonistas los productos del mar, pero también aquellos procedentes de huertas y granjas locales.
Despertar con el sonido de las olas y poder caminar a la playa desde tu salón es un privilegio difícil de encontrar. Esta casa es una joya escondida en la que cada rincón invita a desconectar y disfrutar de una vida en contacto directo con el mar.
* Publicación con fines informativos, no vinculantes o contractuales. Puede contener errores o estar sujeto a variaciones.
120 m²
135 m²
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Todas
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E 318 kg CO₂ m² / año
E 68 kg CO₂ m² / año